miércoles, 5 de junio de 2013

Pérdida de la perspectiva y el rumbo ministerial en la iglesia

Una iglesia está expuesta a perder el rumbo cuando sus líderes pierden la perspectiva y se desenfocan, conduciendo a la congregación con métodos y prácticas que se alejan del modelo bíblico. Cuando esto sucede, las iglesias pudieran convertirse en centros de actividades espirituales divertidas, que se hacen atractivas a multitudes de cristianos religiosos cuya prioridad no es buscar el Reino de Dios ni comprometerse con él, sino practicar algunos ejercicios espirituales que les ayuden a mantener acalladas sus conciencias y a desarrollar relaciones primarias que les permitan tocar puertas cuando se encuentren en situaciones de necesidades extremas.
En la actualidad, muchos líderes están ignorando que el ministerio cristiano tiene un enemigo astuto, cuya estrategia no es evitar que se multipliquen las iglesias cristianas (porque contra eso él no puede), sino que tiene el firme propósito de que las iglesias viejas y nuevas se alejen del modelo bíblico. Es un  enemigo que se empeña en hacer que los líderes de las iglesias se desenfoquen y pierdan la perspectiva, que procuren exaltarse ellos mismos y sus ministerios y no al Dios eterno, que hagan la obra a su modo y no al modo de Jesucristo, que prediquen lo que la gente quiere oír y no lo que necesitan conocer; y lo peor: que no se descubran, levanten ni desarrollen los líderes que asegurarán la continuidad y la extensión del Reino de Dios en la tierra [Seguir Leyendo]

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