jueves, 30 de diciembre de 2010

Salmo De Fin De Año.

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Alaba, alma mía, al Señor.
Alabaré al Señor toda mi vida;
mientras haya aliento en mí, cantaré salmos a mi Dios.

Salmos 146:1-2

En estos momentos en que al año 2010 le faltan menos de 48 horas para culminar su periplo, vale la pena sentarse a reflexionar sobre lo que nos ha sucedido durante todo este período y como Dios nos ayudó en cada instante y en cada situación. Es posible que algunos de nosotros haya tenido que enfrentar una prueba muy difícil tal como la pérdida de un ser querido o la pérdida de su empleo o haya tenido que soportar una penosa enfermedad. También es muy posible que este año que pronto finaliza nos haya traído grandes satisfacciones como el arribo de un nuevo miembro de la familia, un mejor remunerado empleo, la liberación de algún tipo de esclavitud, o la culminación con éxito de un grado académico. En todo caso, tenemos que celebrar la vida que Dios nos ha concedido porque él nos ha mantenido con su aliento durante todo este tiempo de altos y bajos y la vida, después de la salvación, es uno de los dones más valiosos con que el Señor Jesús nos ha bendecido. Recordemos las sabias palabras del rey Salomón: "¿Por quién, pues, decidirse? Entre todos los vivos hay esperanza, pues vale más perro vivo que león muerto."

Mirar hacia atrás para contar todas las bendiciones que Dios nos dio nos ayuda a fortalecer nuestra esperanza y nuestra fe. Nada de lo que pasó podrá ser cambiado pero la experiencia y el conocimiento que lo ocurrido nos dejó nos servirá de mucho en el nuevo año que ya se aproxima.

Alégrate, pues, con la vida que Dios te ha dado. Citando de nuevo al sabio Salomón: "¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras! Que sean siempre blancos tus vestidos, y que no falte nunca el perfume en tus cabellos. Goza de la vida con la mujer amada cada día de la fugaz existencia que Dios te ha dado en este mundo." Que tu alma alabe al Señor todos y cada uno de los días que Dios te ha concedido. ¡Sólo a Dios sea la gloria!

Por Rocky De La Cruz (Fuente: Perubiblia.com)

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