miércoles, 13 de agosto de 2014
Una mirada honesta sobre la muerte de Robin Williams y el Dios Creador
El pasado domingo en la tarde dormí durante varias horas. Por lo general no duermo de tarde, sobre todo porque luego me da un poco de dificultad dormir al final de la noche. Luego de despertar, tomé un baño y una rica cena que me hizo mi esposa. Luego leí (Isaías 45), donde el mismo Dios declara su asombrosa soberanía y poder como el Todopoderoso y Creador de todos nosotros y del universo.
Ya al final de la noche cuando me fui a dormir, sucedió lo que me temía, no podía dormir porque parece ser que ya había descansado lo suficiente en la tarde. Me puse a orar y luego me acosté en mi cama con la esperanza de conciliar el sueño, pero era imposible. En ese momento hice un ejercicio que disfruto bastante: meditar la Escritura. Esta disciplina tiene grandes promesas en el (Salmos 1).
Ahí estaba tira’o en mi cama, ya era muy tarde y tenía que trabajar al día siguiente. No podía dormir pero a la vez estaba sintiendo gran gozo y plenitud en medio de la tranquilidad y oscuridad de la noche meditando en (Isaías 45), específicamente los versículos del 9-12:Ya al final de la noche cuando me fui a dormir, sucedió lo que me temía, no podía dormir porque parece ser que ya había descansado lo suficiente en la tarde. Me puse a orar y luego me acosté en mi cama con la esperanza de conciliar el sueño, pero era imposible. En ese momento hice un ejercicio que disfruto bastante: meditar la Escritura. Esta disciplina tiene grandes promesas en el (Salmos 1).
Este pasaje era como una imagen en mi mente, estaba todo oscuro en mi habitación pero era como si pudiera ver los versículos dando vueltas en mi cabeza y frente a mis ojos. Una de las partes que más me asombraba de este pasaje es el énfasis que Dios hace identificándose como el Señor y Creador. Mis ojos estaban abiertos y aunque físicamente solo veía el techo, mi espíritu y mi mente contemplaban el cielo y por otro lado a mí mismo. Me llené de gozo y asombro, palabras de adoración salían de mi boca solo pensando en el Dios que es el Señor y Creador.
En ese momento no podía orar por mis necesidades, solo contemplaba y meditaba la gloriosa verdad de que existe un Dios grande que me hizo a mí y todo lo que existe. Un Dios que merece adoración y que solo en su presencia hay plenitud de gozo. Ese Dios es mi Padre. Luego comencé a agradecer a Dios por las bendiciones más pequeñas que me ha dado. Y es que, cuando uno cree la verdad de que tener a Dios es tenerlo todo, cualquier cosa material resulta pequeña.
¿A dónde quiero llegar con todo esto?
Ayer el mundo fue sorprendido con la inesperada noticia de la muerte del actor Robin Williams. El shock fue doble porque no solo murió un gran actor que gozaba de una popularidad increíble entre los amantes del cine. También fue sorprendente su muerte porque murió suicidándose posiblemente por una fuerte depresión. Un actor que hizo reír a multitudes a través de sus películas y que se le vía feliz, irónicamente estaba lleno de tristeza.
Robin Williams, no era feliz con sus millones de dólares, su fama y sus más de .40 películas en Hollywood. Ayer pasó a ser parte de una lista de actores famosos que aparentemente lo tienen todo pero que han decidido ponerle fin a sus vidas tan vacías.
Y es aquí cuando otro versículo 1 de (Isaías 45) vuelve a mi mente una vez más:
““¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador!”
Cuando una persona sin importar color de piel, posición social o nivel intelectual, una y otra vez se niega a rendirse a Dios y reconocerlo como Creador y Señor de su vida, está en una constante “discusión” con la soberanía de Dios y su poder para darle a nuestras vidas lo que realmente necesitamos: La paz de Cristo (Juan 14:27).
Todo, absolutamente todo lo que una persona necesita para encontrar propósito a su vida, está en volverse a su Creador y esto es solo posible a través de El Camino verdadero, que es Cristo.
El principal problema de las personas
Generalmente las personas que no acuden a Dios en momentos en que se encuentran tocando fondo es porque se niegan a renunciar a sus vidas y vivir para Dios. Es más ese es el pecado principal de toda persona que no sirve a Dios, aun que muchos de ellos creen que son “estables” emocional y materialmente.
Por eso la Biblia declara en 2 Corintios 5:15:
“y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.”
Si no tienes a Cristo, hoy es urgente que reconozca que él es el Señor y Creador de tu vida. Sin importar como esté tu vida, cuando aceptas a Cristo, él te hará nueva criatura y las cosas viejas pasaran, todas serán hechas nuevas.
Fuente: doncritiano.com
Etiquetas:
Reflexiones
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