martes, 31 de marzo de 2015

3 Verdades Que Debe Saber Un Lider De Alabanza

El modelo perfecto que Dios nos ha dado para todos los ministerios es el Señor Jesucristo. Él vino a enseñarnos con su ejemplo a ser hijos obedientes, así como él lo fue. En la función del Líder de Alabanza, una de las cosas más importantes que podemos aprender, es expresarnos como hijos ante un Padre bueno y perfecto. Yo creo que esa es la razón por la que el Señor Jesús indica que es el Padre, el que busca adoradores.

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. (Juan 4:23)
Jesús glorificó al Padre no sólo con sus canciones (Mr 14:26, Lc 10:21) sino también con sus obras obedientes. Cuando declara: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4), Jesús nos está enseñando que la adoración que el Padre busca es la que se desprende como olor fragante del altar de nuestros sacrificios de servicio, sumisión y obediencia.
Creo que no hay mejor pasaje en las Escrituras del que podemos aprender a funcionar como líderes de alabanza obedientes delante del Padre Celestial, que el que se encuentra en el Primer Libro de Crónicas, capítulo 25. Los puntos más importantes que aprendemos de este pasaje son:

1. El líder de alabanza que busca el Padre debe ser apartado.
Asímismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos…(v.1)


La primera característica de todo siervo de Dios es que es apartado. Esto significa que ha sido “puesto dentro de límites”. En otras palabras, ha aceptado restricciones que son impuestas sobre su vida por aquellos que están en autoridad sobre él, con el fin de desarrollar un carácter íntegro.

David escogió a las familias de tres hombres para que fuesen apartados para el ministerio de la música y el canto. Es interesante notar, que el carácter de los hombres que David escogió se encuentra revelado en sus nombres.

Asaf significa “el que reúne”. Era un líder que influía a los que estaban a su alrededor y los reunía con el propósito de adorar. Muchos músicos hoy en día atraen a la gente a causa de su gran talento, pero los reúnen para su propio placer y no para el placer del Padre.

Heman, cuyo significado es “Fiel”, había dado muestras de lealtad y de fidelidad, por lo que fue puesto en una posición de autoridad.

Finalmente, Jedutun, que significa “el que alaba”, era un hombre que vivía un estilo de vida de constante adoración.

2. El líder de alabanza que busca el Padre debe estar bajo autoridad.
 
De los hijos de Asaf:…bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes del rey. De los hijos de Jedutún:…seis, bajo la dirección de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para aclamar y alabar a Jehová. De los hijos de Hemán:…Y todos estos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban por disposición del rey. (v.2-6)
Todo líder debe aprender a ejercer autoridad al funcionar primero bajo autoridad. Este principio es fundamental y es lo que determina si un líder de alabanza se convertirá o no en un verdadero “director”, para guiar a otros hacia el Trono de Dios.

Los líderes extraordinarios tienen una cosa en común: en algún momento aprendieron de sus directores, a los cuales se sujetaron en obediencia. No siempre fueron tiempos agradables, pero sin duda, fueron indispensables en la formación de su carácter.

En este pasaje vemos claramente que todos ministraban como hijos, bajo la dirección de su padre. Todo líder de alabanza tiene la necesidad de funcionar bajo un padre espiritual, que lo instruya, lo discipule y lo forme. Es por eso que los grupos de adoración deben tener una visión multigeneracional e incluir a todas las edades y a todos los miembros de la familia.

3. El líder de alabanza que busca el Padre debe ser instruido.
Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para el Señor, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho. (v.7)

Todo líder excelente sabe que la instrucción no es una opción. Sin la adecuada preparación fracasaremos, pues Dios no bendice nuestras intenciones, sino nuestras acciones. La fe sin obras está muerta.

Es claro que una instrucción total requiere madurez de parte de los instructores. Se requiere que éstos, no sólo sean buenos músicos o cantantes, sino también padres en la fe. Donde no hay padres, hay rebelión, pues el enfoque está en las habilidades y no en el corazón. El ejemplo práctico, el hacer la obra juntos, es muy necesario en la instrucción a los hijos para enseñarles los aspectos prácticos del ministerio.

1 Cor 4:15-16 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. Por tanto, os ruego que me imitéis.

Autor: Marco Barrientos para www.aliento.com

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