jueves, 2 de mayo de 2013

El divorcio (parte I)

Antes de comenzar a hablar de divorcio, es necesario hablar del matrimonio. La idea original de la fusión de dos almas que solo la muerte podía separar, comprometidos en un vinculo de amor, respeto y consideración; y que solo es comparado con la entrega que existe entre Cristo y su amada Iglesia, dista mucho de la realidad que atañe a las parejas que se unen hoy en día. Por lo tanto, más que la disolución de una relación amorosa, el divorcio es la mutilación de dos vidas.

Antecedentes del divorcio: El matrimonio

El problema, más que el divorcio mismo es, primeramente el matrimonio o más bien, la manera disfuncional en la que estamos contrayéndolo. ¿Estamos enterados del diseño de Dios? ¿Estamos preparados espiritual y emocionalmente para asumir esto? Dios es el creador del matrimonio. Todo lo creado por El, tiene la misma definición de su carácter: bueno, santo, agradable y eterno. Un principio básico para entender el porque nuestras relaciones están tan desvirtuadas se encuentra en Mateo 19:4-6, cuando Jesús hablándole a los fariseos, dice:

“¿No han leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo y dijo: Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” [Seguir Leyendo]

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